El artículo proporcionado aborda los quistes poplíteos, explicando su etiología, presentación clínica, diagnóstico, tratamiento y complicaciones asociadas.

Resumen y Etiología:

Un quiste poplíteo es comúnmente una masa en la fosa poplítea, causada generalmente por una enfermedad articular subyacente. Se asocia con la cavidad sinovial de la rodilla, y es especialmente frecuente en adultos debido a condiciones degenerativas o inflamatorias. En los niños, la mayoría de los casos son primarios y no requieren tratamiento, desapareciendo de manera espontánea.

Epidemiología:

La incidencia máxima de quistes poplíteos en niños es entre 4 y 7 años, y en adultos, entre 35 y 70 años. Su prevalencia varía dependiendo de la patología subyacente, y en adultos con gonalgia, hasta el 40% pueden tener un quiste de Baker.

Patologías Asociadas:

En niños, la etiología primaria se vincula con la bolsa de músculo gastrocnemio medial y semi-membranoso. Sin embargo, también puede surgir por otras condiciones como el síndrome de hipermovilidad o enfermedades inflamatorias como artritis reumatoide juvenil. En adultos, la principal causa subyacente es la sinovitis o aumento del líquido sinovial, debido a condiciones como osteoartritis, artritis reumatoide o lesiones meniscales.

Patogénesis:

La patogénesis implica tres mecanismos principales:

  1. Comunicación con la articulación: Un quiste puede estar comunicado con el espacio intraarticular, lo que facilita el flujo de líquido sinovial hacia el quiste.
  2. Efecto de válvula: En la flexión de la rodilla, la comunicación entre la articulación y el quiste se abre, y durante la extensión, los músculos gastrocnemio y semi-membranoso actúan como una válvula cerrando la comunicación.
  3. Hiperpresión intraarticular: Un aumento del líquido sinovial en la articulación puede causar herniación de la cápsula en la fosa poplítea.

Presentación Clínica:

El quiste poplíteo puede ser pequeño y asintomático, detectado por casualidad. Cuando es grande, causa incomodidad o dolor mecánico en la cara posterior de la rodilla. El diagnóstico se realiza mediante un examen físico (palpación de una masa en la fosa poplítea) y pruebas de imagen como ultrasonido y resonancia magnética.

Complicaciones:

Las complicaciones incluyen:

  1. Pseudo-tromboflebitis: Cuando el quiste se rompe, puede comprimir la vena poplítea, simulando una trombosis venosa profunda.
  2. Ruptura: Puede causar dolor agudo, hinchazón y hematoma.
  3. Síndrome de las logias: Puede surgir tras la ruptura del quiste, causando dolor severo y disestesia.
  4. Compresión nerviosa: La proximidad del quiste al nervio tibial puede ocasionar neuropatía.

Tratamiento:

En los niños, la mayoría de los casos se resuelven de forma espontánea. En adultos, el tratamiento depende de la patología subyacente. El tratamiento inicial está orientado a manejar enfermedades como la osteoartritis o la artritis reumatoide, con terapias como artrocentesis e inyecciones de corticosteroides. Si el quiste persiste y es sintomático, se puede considerar la escisión quirúrgica, aunque las indicaciones para cirugía son raras.

En algunos casos, el tratamiento artroscópico puede ser útil para eliminar la conexión entre la articulación y el quiste, reduciendo el riesgo de recurrencia.

Conclusión:

El quiste poplíteo es una condición común que suele ser benigno y asintomático, y puede resolverse de forma espontánea. Sin embargo, si se asocia con una enfermedad subyacente, el tratamiento debe centrarse en esta patología. En adultos, cuando el quiste es sintomático o asociado a complicaciones, pueden ser necesarios tratamientos invasivos, como la escisión o artroscopia.

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