Junto con la gran accesibilidad que tenemos hoy en día a las nuevas tecnologías, podemos observar que cada vez más personas forman parte de lo que se llama FOMO. Viene del inglés Fear of Missing Out, que traducido sería el miedo a perderse algo. El hecho de no poder disfrutar de todos los planes posibles que coexisten al mismo tiempo pero en diferentes lugares puede causar malestar a muchas personas en la actualidad. Para combatir este efecto, hablamos del movimiento JOMO, Joy of Missing Out, al que cada día más jóvenes se están uniendo y que consiste en disfrutar de decir “NO” a algún plan de forma plena y consciente (no porque uno trabaje o tenga otro compromiso).

Fomentar el movimiento JOMO en nuestras vidas nos permitirá disfrutar de todo aquello que nos apetezca pero también de nuestra soledad, reconectando así con nuestro yo interior. Por ello, desde Medicina Sin Fármacos aconsejamos y recordamos que:

  • Aceptar que siempre nos vamos a perder algo ayuda a disfrutar de la actividad que estamos realizando (la actividad que voluntariamente hemos elegido).
  • Organizar nuestro tiempo de ocio programando incluso un espacio entre actividades para posibles imprevistos (nunca se sabe…).
  • Quedarse en casa cuando no apetezca salir; el mundo seguirá adelante tanto si salimos como si no lo hacemos.
  • Mantener nuestros planes originales aunque aparezcan otros que parecen más apetecibles (eso pasa siempre).
  • Estar presentes en cada momento de nuestra vida fomentará nuestra felicidad.
  • Desconectar y conectar con nosotros mismos, de manera que las relaciones con los demás también serán más placenteras.
  • Y aburrirse de vez en cuando, que también es bueno porque desarrolla nuestra creatividad, fomentando la creación de estímulos internos y de la imaginación.

Lo más importante es entender que no tenemos mil vidas paralelas para poder experimentar todo a la vez. Perderse cosas puede ser un placer en sí.