Los snacks son pequeñas cantidades de alimento que suministramos al organismo para aportarle nutrientes y energía, con el objetivo de saciar la sensación de hambre.

Es importante mantener el organismo con unos niveles hormonales estables durante
todo el día, por ello se recomienda hacer un mínimo de cinco comidas diarias. El objetivo es que el cuerpo no tenga carencias o necesidad de alimentos.

De las cinco comidas recomendadas, lo ideal es hacer tres comidas más o menos grandes (desayuno, comida y cena) y dos pequeñas (almuerzo y merienda).

Los snacks son el complemento perfecto para cubrir una parte de las necesidades alimenticias a las que hay que hacer frente diariamente, pero hay que procurar que estas pequeñas ingestas sean lo más sanas posibles, y que sirvan para complementar nuestra dieta.

Cuidado con cómo nos venden algunos productos

En su afán por vender más, muchos fabricantes de snacks como patatas fritas, galletas saladas o panecillos se han apropiado el término “light” para revestir sus productos y venderlos como si fueran sanos, cuando en realidad no lo son.

El termino light se utiliza cuando un alimento tiene, como mínimo, un 25% menos de su valor nutritivo habitual. Por lo tanto, un producto light no implica necesariamente que sea sano o beneficioso para el organismo, sino que ha disminuido el valor de nutrientes que aporta.

Aprovechando esta confusión, algunos productos con etiqueta light se publicitan, por ejemplo, asociados a imágenes vinculadas con el ejercicio y una vida sana.

Otra práctica habitual de confusión publicitaria es invertir la pirámide de alimentos. Poniendo en la cúspide de ésta el producto anunciado, con un texto que viene a decir que el susodicho pertenece a los tipos alimentos que forman parte de una dieta sana.

Una persona desinformada puede malinterpretar la pirámide, creyendo que un alimento que está en la cúspide, es un alimento importante para la dieta. La realidad es bien diferente, ya que estar en la cúspide quiere decir, que es un alimento que únicamente se debe comer muy de vez en cuando, por eso se sitúa en la franja más pequeña de la pirámide, porque ocupa el último escalón de alimentos que se deben consumir en una dieta sana.