Caminar a ritmo rápido asociado con un 24% menos riesgo de fallecer.

Caminar a un paso medio o intenso durante al menos diez minutos al día puede ayudarte a reducir el riesgo de morir prematuramente por cualquier causa, sobre todo por enfermedades cardiacas.
Escrito por: NATALIA CASTEJÓN

07/06/2018

Personas mayores andando rápido
Dedicar cada día diez minutos a caminar puede ayudarte a reducir el riesgo de muerte prematura.

Caminar es un acto cotidiano, y entendemos que saludable, pero si lo hacemos de manera consciente y a un ritmo medio o elevado podría incluso contribuir a aumentar nuestra esperanza de vida, según muestran los resultados de un nuevo estudio realizado por la Universidad de Sydney (Australia) y el Royal College (Reino Unido), que se ha publicado en el British Journal of Sports Medicine.

Los investigadores querían desmontar la excusa de la falta de tiempo para llevar una vida activa, y lo consiguieron, ya que tras analizar a 50.225 personas de Inglaterra y Escocia, entre los años 1994 y 2008, comprobaron que dedicar cada día unos minutos a caminar reduce el riesgo de muerte prematura. De hecho, en el estudio se ha observado que las personas que caminaban diez minutos a un paso promedio tenían un 24% menos riesgo de fallecer por enfermedades cardiacas y un 20% menos probabilidades de morir por cualquier otra causa, en comparación con aquellos que caminaban a un ritmo lento.

Caminar a paso ligero resultó más beneficioso para los mayores de 60 años, cuyo riesgo de morir por problemas de corazón se redujo un 53%

Los individuos que caminaban a una velocidad alta –unos cinco a siete kilómetros por hora, aunque esto depende de la forma física, por lo que también sirven como indicadores una ligera falta de aliento o la sudoración durante el ejercicio– tuvieron una reducción del 21% en las probabilidades de fallecer por problemas del corazón, y un 24% en el riesgo de muerte por cualquier otro motivo, también al compararse con los que andaban más despacio.

Beneficios más notables en los mayores de 60 años

Los autores de la investigación también descubrieron que estas mejoras en la esperanza de vida eran más notables en las personas mayores de 60 años, en las cuales se apreciaba un descenso del 46% en las probabilidades de morir por patologías cardiacas si andaban a un ritmo normal, y del 53% si caminaban a paso rápido.

Aunque en el trabajo se tuvieron en cuenta la edad, el sexo y el Índice de Masa Corporal (IMC), estas variables no resultaron ser determinantes para los resultados. Los investigadores no analizaron las relaciones causa-efecto, sino que solo encontraron una asociación entre la velocidad al caminar y el riesgo de muerte. Emmanuel Stamatakis y Sir Muir Gray, autores del estudio, han concluido que estos hallazgos deben animar a las personas a andar de forma más ligera, pues con solo diez minutos al día se pueden lograr grandes beneficios para la salud. La falta de tiempo ya no sirve como excusa.