¿Sabías que una gran parte de los dolores y molestias en la parte superior de la espalda –  hombros, escápulas y nuca – están directamente conectados con los músculos del pecho?

Hoy en día nos encontramos más y más con un problema que se conoce como el “tech neck” el cuello o nuca tecnológica en español. Pasamos muchas horas delante de nuestros ordenadores, móviles y otros dispositivos, trabajando siempre con los brazos y las manos extendidas delante de nuestro cuerpo. Por desgracia, a la mayoría de nosotros, ese tipo de trabajo nos hace exagerar la curva natural de la columna torácica (cifosis), ya que dejamos que los hombros y la cabeza caigan hacia delante.

Esta postura de “hipercifosis dorsal“ lleva a un estiramiento constante de los músculos del trapecio, romboides y esplenio cervical. Así mismo, los músculos pectorales se contraen y se acortan. Además, la postura de estar encorvado sobre algo también provoca una respiración más corta y más superficial, lo que puede inducir, entre otros síntomas, en cansancio mental.

En el yoga el equilibrio es de vital importancia, así que buscamos compensar todos los ejercicios. Por ejemplo, después de una extensión de la columna vertebral como la rueda (Dhanurasana), seguimos con asanas de flexión de la misma, como sería la pinza sentada (Paschimottanasana). Poniéndolo en práctica, en el caso del síndrome del “tech neck“ deberíamos estirar los músculos pectorales (mayor y menor), contraer y fortalecer los músculos de la parte superior de la espalda: trapecio, romboides y esplenio cervical.

Un ejercicio fácil y eficiente que proponemos desde Medicina Sin Fármacos sería la postura de la esfinge (Salamba bhujangasana) que podéis ver en la fotografía.